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REVISTA SINARQUÍA - Mexicanidad y Democracia

Solsticios y Equinoccios

Solsticios y Equinoccios

Red Latinoamericana de Economia Solidaria

Red Latinoamericana de Economia Solidaria

Autora: Altagracia Villarreal (Chilo)*

Nuevamente nos reunimos las Redes Internacionales Promotoras de Economía Solidaria en el Foro Social Mundial Policéntrico en Caracas, Venezuela. No fue solamente un encuentro e intercambio de experiencias, sino el espacio de articulación y coordinación "“ democrática, plural, respetuosa de las particularidades locales y regionales- de luchas y proyectos. Sin duda alguna nuevamente constatamos la integralidad de nuestra propuesta de Socioeconomía Solidaria en relación a los demás movimientos de Alterglobalización presente en el Foro Social Mundial.

Uno de los temas más debatidos fue la experiencia de los Ministerios de Economía Solidaria (Brasil y Venezuela), los que se crean en respuesta a las iniciativas que vienen de la sociedad, desde los movimientos sociales y/o políticos. En Brasil en el Ministerio de Trabajo existe la Subsecretaria de Economía Solidaria y en Venezuela esta el Ministerio de Economía Popular. Aglutinan la Economía Solidaria, desde las organizaciones populares, sindicales, cooperativas, reconociendo las diversas formas en que se expresa la Economía Solidaria que incluye a las cooperativas pero que va más lejos que ellas (primeros resultados del "mapeamiento"? en Brasil). La asignación presupuestaria a estos ministerios da cuenta de la naturaleza distinta de los dos procesos, aun cuando en el caso de Brasil las políticas públicas de Economía Solidaria pasan también por otros ministerios (Desarrollo Social, Trabajo, Desarrollo Agrario, Salud).

Partiendo de estas experiencias analizamos la necesidad de llegar a políticas públicas a favor de la Economía Solidaria y no sólo políticas de gobierno y menos políticas compensatorias o asistencialistas. En ese sentido se necesita de políticas públicas estructurantes de los sujetos sociales y emancipadoras que superen el clientelismo. Las políticas públicas que favorecen el crecimiento y desarrollo de la Economía Solidaria, no son las políticas asistenciales de "lucha contra la pobreza"? (paliativos al modelo neoliberal) sino las políticas que promueven desarrollo desde los espacios locales, desde la valoración de las capacidades de la gente, las familias, las comunidades, los territorios.

Esas políticas públicas deben tener en cuenta que las prácticas de Economía Popular Solidaria son profundamente disfuncionales al modelo neoliberal. De ahí la importancia que los estados promuevan la Economía Solidaria desde la lógica de ésta que parte de la centralidad de la persona humana, la prioridad del trabajo y la cooperación, de atender los derechos económicos sociales y culturales de las personas, sus familias y las comunidades.

Las políticas públicas deben ser transversales en tanto que la Economía Popular Solidaria implica el conjunto de dimensiones de la vida. De ahí la importancia de interacción con todos los sectores públicos sin dejar de lado la prioridad de los sectores de trabajo, educación, salud, vivienda y por supuesto las políticas económicas (Ministerio de Economía y Finanzas).

Existen ya experiencias de políticas públicas descentralizadas a favor del desarrollo de La Economía Solidaria, como por ejemplo a nivel de las municipalidades. Pero esto requiere de una movilización desde las comunidades locales. De ahí la importancia del trabajo en red.

Quedan dos cosas por hacer: Consolidar y fortalecer al movimiento de Economía Solidaria y buscar caminos para la alianza con otros actores y con los gobiernos, a condición que los gobiernos entiendan que los actores de la Economía Solidaria son ciudadanos de pleno derecho y no solo beneficiarios.

La Economía Solidaria puede inspirarse de los pueblos originarios de América Latina y en sus valores ancestrales, tales como: la tierra, casa común de la humanidad; la vida humana integrada a los ecosistemas; concebir a la persona y a la comunidad como parte del universo; construir a partir de la historia de los pueblos y de su cosmovisión; valorar el trabajo humano; compartir la tecnología y los saberes; utilizar colectivamente las potencialidades; formas de acumulación de sabiduría colectiva más que de riqueza material.

Algo nuevo y significativo, dentro de este sexto Foro, fue la reunión con el Ministro de Economía Popular del gobierno de Venezuela, Elías Jaua Milano, y los/as representantes de las Redes Latinoamericanas de la Socioeconomía Solidaria.

Algunos de los puntos tratados fueron acerca del Nuevo modelo socio-productivo y desarrollo endógeno que lo orientan a promover una dinámica que parte de las potencialidades propias de cada comunidad, y que se orienta a impulsar el beneficio colectivo y el desarrollo local.

Para ello, proponen estrategias integrales de articulación entre los diferentes actores socio-económicos, hacia la creación de una estructura productiva eficiente y diversificada, social y ambientalmente sustentable, sujeta a las prioridades e intereses estratégicos locales y a los objetivos nacionales de desarrollo. De este modo, en lugar de dictar las prioridades públicas, la demanda externa pasa a ser supeditada al beneficio que de ella se derive para el desarrollo local.

Representa un paradigma totalmente nuevo, al colocar la prioridad en los valores, capacidades y vocaciones productivas propias de cada comunidad y su desarrollo humano, en lugar de subordinarlo a los valores económicos, los imperativos de la competitividad y el mercado externo.

Para concretizar estos principios, se creó, La Misión Vuelvan Caras, que es el instrumento de vanguardia en la lucha contra la pobreza y la plena inclusión de las comunidades excluidas de las dinámicas socio-productivas. Y han establecido también Núcleos de Desarrollo Endógeno como instrumento de integración de redes y articulaciones con el gobierno revolucionario

A nivel regional, propone a los Pueblos latinoamericanas la integración política y cultura solidaria por encima de la integración económica, para avanzar hacia un eje continental de desarrollo que permita la superación de la dependencia estructural; nuestra articulación en torno a las identidades populares latinoamericanas, y la creación efectiva de un orden mundial multipolar y justo, basado en relaciones de mutuo intercambio. A su vez, propugna un modelo de cooperación internacional centrado en los intereses de los países del Sur, por medio de los convenios de transferencia tecnológica, cooperación solidaria y horizontal, y alianzas estratégicas en torno a intereses de desarrollo comunes. En relación a esto nos compartió como lo han ido realizando, estableciendo convenios entre países como con Cuba con los que se realiza transferencia de petróleo y a cambio se envían 20,000 médicos cubanos. Con Argentina el trueque es con carne, con Brasil es con granos y otros alimentos y siguen avanzando en la integración regional entre países.

Esta entrevista, que fue la última actividad que realizamos juntas todas las redes, nos llenó de esperanza.

Sí hay posibilidades de ir construyendo otras relaciones, otras políticas públicas y de esta manera OTRO MUNDO ES POSIBLE Y YA LO ESTAMOS EMPEZANDO A VIVIR.

Notas

* Representante de la Coalición Rural México, A.C. (organización binacional México-EU), y participante en el Consejo Mexicano de Empresas de la Economía Solidaria, A.C.

Artículo publicado originalmente en la Revista CHRISTUS, Marzo-abril 2007, No.759 y reproducido con permiso de Mario Monroy

Soluciòn Comunal, la Via Alternativa

Soluciòn Comunal, la Via Alternativa

La solución comunal,
una via alternativa

 

 

 

Hace algunos años, un grupo pagano griego creyó en la posibilidad de crear una villa en la que pudieran convivir y trabajar a partir de sus creencias e intereses. Esto sería quiás la salvación en el mundo moderno:

la vuelta a la comunidad.


Puede que sea absurdo para muchos, pero es sin lugar a dudas un golpe contra el proceso de urbanismo y de concentración de poblaciones en el que nos encontramos, y eso ya es algo. Troy Southgate, afirma que la lucha del futuro será entre la centralización y la descentralización, entre el poder central y la periferia.  Es realmente una via alternativa, no como otras, y también revolucionaria,  porque el Sistema y el Capitalismo nos quieren en grandes urbes, llenas de fuerzas del orden, control extremo, con vidas y modos de pensar uniformados, como un rebaño bien concetrado y rodeado de cámaras de vigilancia. La emancipación, en la actualidad, ya no puede ser únicamente mental, ésta tiene que ser también física, vital.

 

 

Comunalismo, solución comunal, y resistencia periférica son una verdadera posibilidad a la hora de construir las primeras vanguardias de la sociedad del futuro. La nuestra debe ser una despiadada contestación a la vida urbana y  a la inercia de las mayorías ya dominadas. Una prédica con el ejemplo.


Nuestras comunidades deben estar abiertas a la gente, convirtiendose para ella en una solución alternativa real y en un  modo de vida ajeno al del mundo moderno:

Deben ser un ejemplo a seguir y una via de liberación.

 

 

 

No puede ignorarse que el comunalismo fue la fase básica de organización de los antiguos pueblos indoeuropeos y es por ello, que los verdaderos racialistas lo contemplan como la más acertada forma de organización. La Raza Venidera, de EDWARD BULWER-LYTTON es un buen ejemplo de ello.


Muchos dirán que esto, más que cualquier otra cosa es un derrotismo. No estoy de acuerdo. En realidad esto es construir una verdadera alternativa desde la  nada: la organización de un movimiento encaminado a establecerse según unos cánones y motivaciones completamente ajenos a los que quieren imponer los que gobiernan nuestros dias, el llevar una vida disidente y desde la disidencia renunciando a la ciudadanía dentro del Estado y  la formación de una nueva estructura basada inicialmente en distintas comunas dispersadas en colaboraclión conjunta totalmente independientes  al Sistema.


Éste será de hecho un combate duro, difícil y francamente prolongado, así que comencemos ya a trabajar hacia nuestra forma de  resistencia.

 

Convirtámonos en la solución que estamos buscando, optemos por el comunalismo como forma de resistencia.

 

 Avadis el griego.

DIRECTORIO DE DELEGADOS POR REGION

Solicitamos a las respectivas Delegaciones y Jefaturas Regionales envíen los datos correspondientes. La Reconstrucción Nacional avanza. El Acuerdo De Organizaciones Social Patrióticas tambien. A Cumplir Camaradas !

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ESTADO / Región

DELEGADO

CORREO / CONTACTO

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COMENTARIOS

 

Aguascalientes

Pendiente

 

 

 

Baja California N

 

 

 

 

Baja California S

 

 

 

 

Colima

Ramón Olivo

Olivo363@hotmail.com

Jefe Regional

 

Chihuahua

Pendiente

 

 

 

Distrito Federal

Mikel

 

Delegado

taximex103@yahoo.es

  1. Coordinación General

 

  1. CESyDH

 

Estado de México

 

 

 

 

Guanajuato

Brigada  Patriótica

Chikens1@msn.com

Brigada Regional de Jóvenes Nacionalistas

 

Guerrero

Centro de Información Social

Antonio_mota2002@hotmail.com

Director Nacional CIS

 

Hidalgo

Danae

 

Delegada

danae_rosas@hotmail.com; drosasgomez@gmail.com

  1. Coordinación General
  2. Hijas de México

 

Jalisco

Hugo Ivan

 

Jorge Torres

Hugoivan67@hotmail.com

 

Enpunto1@hotmail.com

Brigada Regional

 

Comité Reg.

Unión de Colonos

Zona Los Altos

 

Michoacán

 

 

 

 

Morelos

 

 

 

 

Nayarit / Pto Vallarta

Brigada

Cultural

Delegado

Polobaca_crisis@hotmail.com

  1. Coordinación
  2. Brigada Cultural Sinarkalli

Resistencia Cultural

Defensa Ambientalista

Nuevo León

S.T.

Delgado

j.vas.mex@hotmail.com

  1. Coordinación General
  2. CESyDH

 

Oaxaca

 

 

 

 

Puebla

 

 

 

 

Querétaro

 

 

 

 

San Luis Potosí

 

 

 

 

Sinaloa

 

 

 

 

Sonora

 

 

 

 

Tabasco

 

 

 

 

Tamaulipas

 

 

 

 

Tlaxcala

 

 

 

 

Veracruz

Delegado

Avidanac60@hotmail.com

Delegado - Coordinación Gral

 

Yucatán

 

 

 

 

Zacatecas

 

 

 

 

 

Otros Enlaces

Objetivo

Relación con el MNS

 

UNTC - Unión Nacional de Trabajadores del Campo

 

Presidente: Leonardo Andraca

 

Organización de Campesinos a nivel nacional ( 10,000 aprox)

Cooperativas, autogestion, proyectos productivos

Organismo de Proyección del Movimiento Nacional Sinarquista

Para los campesinos e indigenas

 

Desde la Union Nacional de Trabajadores del Campo - MNS

ANUNCIA LA UNION NACIONAL DE TRABAJADORES DEL CAMPO A SU COMITÉ DIRECTIVO NACIONAL



LEONARDO ANDRACA HERNANDEZ PRESIDENTE NACIONAL


EN LA ZONA DE LA MONTAÑA DE GUERRERO

Candelaria Rodríguez (Corresponsal)
QUECHULTENANGO। 6 DE JUNIO. El Presidente Nacional de la Unión Nacional de Trabajadores del Campo A. C., Leonardo Andraca Hernández, durante la gira que realizo por la zona de la Montaña, en el Estado de Guerrero presento a su comité Directivo Nacional mismo que quedo integrado de la siguiente manera: PRESIDENTE NACIONAL: Leonardo Andraca Hernández; SECRETARIA DE ORGANIZACIÓN: Manuel De Jesús Cristales Méndez; SECRETARIA DE FINANZAS: C. P. Dagmar Acosta Coyoli; SECRETARIA DE PLANEACIÓN: Ing. Claudia Menera Gómez; SECRETARIA DE GESTIÓN: Horacio López Luna; SECRETARIA DE DIFUSIÓN Y PRENSA: Antonio Mota Flores; SRECRETARIA. DE CAPACITACIÓN: Lic. Abelardo Hernández Burgos; SECRETARIA DE UNIDAD DE ATENCIÓN COMUNITARIA: Roberto Silva.


Leonardo Andraca, declaró sobre el Proyecto de su comité, para el 2008-2009, informo sobre las acciones que realiza el movimiento campesino en la activación de los comités estatales, la realización de proyectos productivos, mismos que enumero y que están en vías de aprobación por parte de los programas de apoyo de las diferentes Secretarias del Gobierno Federal. Así mismo participo que la Asamblea Nacional Campesina será realizada en el estado de Guerrero, el Lugar y la fecha esta por confirmarse en fecha próxima.

Acompañado de varios de Secretarios Nacionales, así como del Jefe Regional del Sinarquismo en el estado de Guerrero y del Director del Centro de Información Social A. C., Andraca Hernández Continuo su gira por el Estado de Oaxaca.

Manifiesto del Proyecto Cultura Aurora

Manifiesto del Proyecto Cultura Aurora

Manifiesto del Proyecto Cultura Aurora

 

1
Vivimos en un mundo fatigado.
Los dioses se han marchado, los héroes han muerto, los filósofos enmudecen, los poetas abandonan su labor. Sólo se oye el ruido rutinario de una gran máquina que gira sola y que en cualquier momento puede prescindir
de todos nosotros. Esa máquina es el sistema: el orden ideológico,
económico y político que domina el mundo. Pero ni siquiera
la máquina funciona bien.


2
Miramos el mundo y el mundo se nos cierra.
No sabemos lo que va a pasar mañana. Eso ha ocurrido ya en otras épocas de la modernidad. Pero hoy es diferente: hoy nuestro mundo ha renunciado incluso a la acción. El mundo no va hacia adelante ni hacia atrás: sólo gira, y ese torbellino circular, vacío y carente de toda fuerza creadora, se nos quiere presentar como el espectáculo de una civilización en marcha... sobre sí misma. No sabemos lo que pasará mañana, cierto, pero el problema no es ese: el problema es que a todo el mundo le da igual. Las sociedades desarrolladas se instalan en el nihilismo pasivo del bienestar material.


3
Hay quien ve aquí el Fin de la Historia,
el triunfo absoluto de la modernidad, la meta del camino. Este mundo cansado, cerrado y maquinal sería entonces la máxima aspiración posible de los hombres sobre la tierra. Pero esa paradoja, feliz para algunos, no puede satisfacer a las generaciones más jóvenes del mundo moderno, que se encuentran arrojadas ante una vida sin finalidad. La angustia se intensifica.

 

4
Es preciso abrir los ojos.
El sistema trata de persuadirnos de que vivirnos en el mejor de los mundos posibles y nos invita a dejar las cosas como están, pero ese sarcasmo cruel ya no convence a nadie. En el momento de su máximo apogeo, la gran máquina empieza a renquear y deja ver con claridad sus límites. Hoy podemos constatar que el sistema se ha quedado sin respuestas y ya no sirve:

 

·         El sistema ya no sirve desde el punto de vista espiritual, porque se ha mostrado incapaz de satisfacer las aspiraciones interiores del hombre.

·         El sistema ya no sirve desde el punto de vista ecológico, porque cada nuevo movimiento suyo no significa seno una nueva perturbación de la relación entre el hombre y el mundo.

·         El sistema ya no sirve desde el punto de vista económico, porque ha instalado un gigantesco aparato burocrático de ambición planetaria que ha reducido a la mitad del mundo a la condición esclava de reserva neo-colonial y ha sometido a la otra mitad a la amenaza permanente de un colapso financiero.

·         El sistema ya no sirve desde el punto de vista político, porque el individuo ya no se siente parte de él, ha dejado de ser ciudadano, se siente desamparado y busca nuevas vías (el nacionalismo, el regionalismo, las asociaciones civiles, etc.) que el sistema identifica como enemigas, pero cuyo ascenso no puede frenar.


5
Estamos en un momento crucial.
El sistema ha dejado de ser omnipotente y empieza a mostrar su crisis y sus contradicciones, que toman dimensiones inesperadas. Ahora bien: dado que este sistema es de naturaleza total, su crisis afecta a todo y a todos. Es vitalmente necesario mirar desde fuera el sistema para cobrar conciencia de sus límites y diagnosticar lo que está pasando. Es preciso asignarse una tarea.


6
Hay que liberar espacios de resistencia.
Estos límites del sistema no son sólo las fronteras de un orden tecno-económico que quiso dominar el planeta, sino que podrían ser, sobre todo, manifestaciones de la agonía de una determinada concepción del mundo. La vieja máquina, en su inercia, fagocita todo, devora incluso aquello que se opone y luego lo vende como moda o como pecado. Es preciso hurtarse a esa dinámica y dejar que el disidente tome la palabra. Si queremos ir más allá del sistema, si queremos encontrar un sentido a nuestra vida y a nuestro mundo, es necesario poner en cuestión los fundamentos del desorden establecido.


7
Agitación cultural: esa es la fórmula de la acción.
Las fronteras del mundo contemporáneo no están en las aduanas ni en los frentes de guerra; tampoco en la arena política, porque los problemas reales de nuestras sociedades desbordan el estrecho margen de una legislatura y de las propias instituciones. Las fronteras están en las almas, porque son las almas las que experimentan la carencia de sentido de esta civilización. La contestación, por tanto, ha de venir de las almas: son el pensamiento y el sentimiento los que deben levantar acta de la situación presente y proponer caminos nuevos.


8
Queremos abrir el mundo. El viejo mundo moderno y el sistema que lo vertebra están agotados, son incapaces de satisfacer ese ansia de novedad permanente que ellos mismos ha despertado. A cambio, lo que se nos ofrece es una especie de gran Disneylandia banal, cerrada, inmóvil, aparentemente protegida, pero perpetuamente amenazada por colapsos globales y crisis de todo género.
Y ese no es el mundo que queremos.

Es hora de pensar. Conscientes de que toda nueva búsqueda ha de pasar por el conocimiento, nos proponemos emprender un amplio trabajo de reflexión capaz de desentrañar los fundamentos de la crisis contemporánea, rastrear sus orígenes y plantear alternativas. Nuestra cultura nació cuando los primeros griegos se enamoraron del pensamiento, pero el mundo actual ha olvidado ese amor. Se trata de reinventarlo y, así, indagar en una posible nueva Aurora de nuestra cultura. El destino está abierto.

 

 

ACERCA DE LA REVOLUCION

La masa de un pueblo que necesita una revolución no puede hacer la revolución.

La revolución es necesaria, no precisamente cuando el pueblo está corrompido, sino cuando sus instituciones, sus ideas, sus gustos, han llegado a la esterilidad o están próximos a alcanzarla. En estos momentos se produce la degeneración histórica. No la muerte por catástrofe, sino el encharcamiento en una existencia sin gracia ni esperanza.

Todas las actitudes colectivas nacen enclenques, como producto de parejas reproductivas casi agotadas. La vida de la comunidad se achata, se entorpece, se hunde en mal gusto y mediocridad. Aquello no tiene remedio sino mediante un corte y un nuevo principio. Los surcos necesitan simiente nueva, simiente histórica, porque la antigua ya ha apurado su fecundidad.

Pero ¿quién ha de ser el sembrador? ¿Quién ha de elegir la nueva semilla y el instante para largarla a la tierra? Esto es lo difícil. Y aquí nos encontramos cara a cara con todas las predicaciones demagógicas de izquierda o de derecha, con todas las posturas de repugnante adulación a la masa que adoptan cuantos quieren pedirle votos o aplausos. Estos se encaran con la muchedumbre y le dicen: "Pueblo, tú eres magnífico; atesoras las me ores virtudes, tus mujeres son las más bellas y puras del mundo; tus hombres, los más inteligentes y valerosos; tus costumbres, las más venerables; tu arte, el más rico; sólo has tenido una desgracia. la de ser mal gobernado; sacude a tus gobernantes, líbrate de sus ataduras y serás venturoso". Es decir, poco más o menos: "Pueblo, hazte feliz a ti mismo por medio de la rebelión".

Y el decir esto revela, o una repugnante insinceridad, que usa las palabras como cebo para cazar a las masas en provecho propio, o una completa estupidez, acaso más dañosa que el fraude. A nadie que medite unos minutos puede ocultársela esta verdad: al final de un periodo histórico estéril, cuando un pueblo, por culpa suya o por culpa ajena, ha dejado enmohecer todos los grandes resortes, ¿cómo va a llevar a cabo por sí mismo la inmensa tarea de regenerarse? Una revolución –si ha de ser fecunda y no ha de dispersarse en alborotos efímeros– exige la conciencia clara de una norma nueva y una voluntad resuelta para aplicarla. Pero esta capacidad para percibir y aplicar la norma es, cabalmente, la perfección. Un pueblo hundido es incapaz de percibir y aplicar la norma; en eso mismo consiste su desastre. Tener a punto los resortes precisos para llevar a cabo una revolución fecunda es señal inequívoca de que la revolución no es necesaria. Y, al contrario, necesitar la revolución es carecer de la claridad y del ímpetu necesarios para amarla y realizarla. En una palabra: los pueblos no pueden salvarse en masa a sí mismos, porque el hecho de ser apto para realizar la salvación es prueba de que se está a salvo. Pascal imaginaba que Cristo le decía: "No me buscarías si no me hubieras encontrado ya". Lo mismo podría decir a los pueblos el genio de las revoluciones.

Entre los jefes revolucionarios que han desfilado por la historia del mundo se han dado con bastante reiteración estos dos tipos: el cabecilla que reclutó una masa para encaramarse sobre ella en busca de notoriedad, de mando o de riqueza, y el supersticioso del pueblo, creyente en la virtualidad innata en el pueblo –considerado inorgánicamente como masa– para hallar su propio camino. El cabecilla suele ser menos recomendable desde el punto de vista de la moral privada; suele ser un sujeto de pocos escrúpulos, que expolia y tiraniza a la comunidad que lo soporta; pero tiene ¡a ventaja de que se le puede suprimir de un tiro; con su muerte acaba la vejación. En cambio, el otro deja rastro y es, desde el punto de vista de su misión histórica, más traidor que el cabecilla.

Sí, más traidor, usando la palabra "traidor" sin ninguna intención melodramática, sino como denominación simple de aquel que deserta de su puesto en un momento decisivo. Esto es lo que acostumbra hacer el supersticioso del pueblo cuando le coloca el azar en el puente de mando de una revolución triunfante. Al estar allí al trepar allí por un esfuerzo voluntario y después de haber; encendido la fe de quienes le siguieron, ha asumido tácitamente el deber de mandarlos, de guiarlos, de enseñarles el rumbo. Si no sentía rebullirse en el alma como la llamada de un puerto lejano, no debió aspirar a la jefatura. Ser jefe, triunfar y decir al día siguiente a la masa: "Sé tú la que mande; aquí estoy para obedecerte", es evadir de un modo cobarde la gloriosa pesadumbre del mando. El jefe no debe obedecer al pueblo–, debe servirle, que es cosa distinta; servirle es ordenar el ejercicio del mando hacia el bien del pueblo, procurando el bien del pueblo regido, aunque el pueblo mismo desconozca cuál es su deber; es decir, sentirse acorde con el destino histórico popular, aunque se disienta de lo que la masa apetece.

Con tanta más razón en las ocasiones revolucionarias cuanto que, como ya se ha dicho, el pueblo necesita la revolución cuando ha perdido su actitud para apetecer el bien; cuando tiene, como si dijéramos, el apetito estragado; de esto es precisamente de lo que hay que curarle. Ahí está lo magnífico. Y lo difícil. Por eso los jefes flacos rehuyen ja tarea y pretenden, para encubrir su debilidad, sustituir el servicio del pueblo, la busca de una difícil armonía entre la realidad del pueblo y su verdadero destino, por la obediencia del pueblo que es una forma, como otra cualquiera, de lisonja; es decir, de corrupción.

España ha reconocido algo de esto bien recientemente: en 1931. Pocas veces, como entonces, se ha colocado la masa en actitud más fácil y humilde. Alegremente alzó a los que estimaba como sus mejores y se aprestó a seguirlos.

Así, sin esfuerzo, se hallaron en ocasión de mandar los que llevaban muchos años ejerciendo la tarea medicinal de la crítica. Ya se entiende que no me refiero a los demagogos, sino a aquel grupo pequeño y escogido que, al través de un riguroso proceso interior –al principio, revulsión desesperada; al final, clarividencia ardiente–, habían llegado a expresar el anhelo de una España más clara, más limpia, más ágil, libre de no poca cochambre tradicional y de mucha mediocridad tediosa. Los que integraban este grupo tenían el deber de estrenar los nuevos resortes históricos, de plantar los pies frescos llamados a reemplazar a los viejos troncos agotados. Y ésos estaban llamados a hacerlo contra todas las resistencias: contra las de sus ocasionales compañeros de revolución y contra los de la masa misma. Los guías de un movimiento revolucionario tienen la obligación de soportar incluso la acusación de traidores. La masa cree siempre que se la traiciona. Nada más inútil que tratar de halagaría para eludir la acusación. Quizá los directores espirituales del 31 no la halagaran; pero tampoco tuvieron ánimo para resistirla y disciplinaria. Con gesto desdeñoso se replegaron otra vez en sí mismos y dejaron el campo libre a la zafiedad de los demagogos y a la audacia de los cabecillas. Así se malogra –como tantas veces– una ocasión de España.

La próxima no se malogrará. Ya hemos aprendido que la masa no puede salvarse a sí propia. Y que los conductores no tienen disculpa si desertan. La revolución es la tarea de una resuelta minoría, inasequible masa, porque la luz interior fue lo más caro que perdió, víctima de un periodo de decadencia. Pero que, al cabo sustituirá la árida confusión al desaliento. De una minoría cuyos primeros pasos no entenderá la de nuestra vida colectiva por la alegría y la claridad del orden nuevo.

(Haz, núm. 9, 12 de octubre de 1935)

Soluciòn Comunal, la Via Alternativa

Soluciòn Comunal, la Via Alternativa

La solución comunal,
una via alternativa

 

 

 

Hace algunos años, un grupo pagano griego creyó en la posibilidad de crear una villa en la que pudieran convivir y trabajar a partir de sus creencias e intereses. Esto sería quiás la salvación en el mundo moderno:

la vuelta a la comunidad.


Puede que sea absurdo para muchos, pero es sin lugar a dudas un golpe contra el proceso de urbanismo y de concentración de poblaciones en el que nos encontramos, y eso ya es algo. Troy Southgate, afirma que la lucha del futuro será entre la centralización y la descentralización, entre el poder central y la periferia.  Es realmente una via alternativa, no como otras, y también revolucionaria,  porque el Sistema y el Capitalismo nos quieren en grandes urbes, llenas de fuerzas del orden, control extremo, con vidas y modos de pensar uniformados, como un rebaño bien concetrado y rodeado de cámaras de vigilancia. La emancipación, en la actualidad, ya no puede ser únicamente mental, ésta tiene que ser también física, vital.

 

 

Comunalismo, solución comunal, y resistencia periférica son una verdadera posibilidad a la hora de construir las primeras vanguardias de la sociedad del futuro. La nuestra debe ser una despiadada contestación a la vida urbana y  a la inercia de las mayorías ya dominadas. Una prédica con el ejemplo.


Nuestras comunidades deben estar abiertas a la gente, convirtiendose para ella en una solución alternativa real y en un  modo de vida ajeno al del mundo moderno:

Deben ser un ejemplo a seguir y una via de liberación.

 

 

 

No puede ignorarse que el comunalismo fue la fase básica de organización de los antiguos pueblos indoeuropeos y es por ello, que los verdaderos racialistas lo contemplan como la más acertada forma de organización. La Raza Venidera, de EDWARD BULWER-LYTTON es un buen ejemplo de ello.


Muchos dirán que esto, más que cualquier otra cosa es un derrotismo. No estoy de acuerdo. En realidad esto es construir una verdadera alternativa desde la  nada: la organización de un movimiento encaminado a establecerse según unos cánones y motivaciones completamente ajenos a los que quieren imponer los que gobiernan nuestros dias, el llevar una vida disidente y desde la disidencia renunciando a la ciudadanía dentro del Estado y  la formación de una nueva estructura basada inicialmente en distintas comunas dispersadas en colaboraclión conjunta totalmente independientes  al Sistema.


Éste será de hecho un combate duro, difícil y francamente prolongado, así que comencemos ya a trabajar hacia nuestra forma de  resistencia.

 

Convirtámonos en la solución que estamos buscando, optemos por el comunalismo como forma de resistencia.

 

 Avadis el griego.