Al Rescate de Antiguos Credos
Del boletín oficial de una de las organizaciones líderes del paganismo europeo, extractamos la siguiente declaración de principios sobre un posicionamiento ante la espiritualidad, que puede tener tantas interpretaciones como adeptos.
Tomado de la Revista Uno Mismo No. 201, Argentina
Extractado a su vez de Pagan Dawn, órgano de The Pagan Association
El paganismo es un estilo espiritual de vida cuyas raíces se hallan en las antiguas religiones de la naturaleza de todo el mundo. Se enraiza principalmente en las religiones de la vieja Europa, aunque muchos adherentes también consideran valiosas las creencias aborígenes de otros continentes.
Ante todo, celebramos la santidad de la naturaleza, reconociendo lo Divino, ese vasto e incognoscible espíritu que atraviesa el universo, en todas las cosas. Este credo en lo sagrado de todas las cosas puede encontrarse en el mundo entero. Los paganos lo consideramos como nuestra herencia, interpretando muchas de las creencias y valores ancestrales mediante formas que se adaptan a la vida moderna. Esas interpretaciones pueden basarse en el folclore, el mito o la evidencia arqueológica. Lo importante no es la validez histórica o el realismo político de tales visiones, sino la dirección hacia la cual sus aspiraciones canalizan la energía, el potencial y la creatividad de los seres humanos.
Los paganos honramos lo Divino en todos sus aspectos, considerando lo femenino y lo masculino como partes del todo sagrado. Para un pagano, cada hombre, mujer y niño es algo único y hermoso. Los bosques y los espacios abiertos de la Tierra, hogar de pájaros y animales salvajes, son muy valorados.
El paganismo enfatiza la experiencia espiritual personal, y, por lo general, descubrimos esa experiencia a través de nuestra relación con el mundo natural que tanto amamos. Solemos buscar la unión con la divinidad mediante la armonía con las corrientes de la naturaleza y la exploración del propio mundo interior. Esto significa encontrarse con lo Divino cara a cara, cualquiera que sea la forma en que lo percibimos, dentro de nuestra propia experiencia, en vez de depender de un intermediario.
Aunque algunos caminos tienen sus líderes y sus maestros, estos actúan como facilitadores, utilizando su propia sabiduría y experiencia para guiar a aquellos que están bajo su responsabilidad a descubrir su propio sentido e interpretación de lo Divino. Con frecuencia, los ritos se realizan los días de cambio de estaciones, de las fases del Sol y la Luna, y en épocas de transición dentro de nuestras vidas, para ayudarnos a armonizar con nuestros propios ciclos naturales.
Dentro de la amplia banda del paganismo hay una gran variedad de matices. Ello refleja el alcance de nuestra experiencia espiritual, dado que creemos que cada uno es único, y por lo tanto la espiritualidad de cada uno también debe ser única. Algunos paganos creen en una multiplicidad de dioses y diosas, cuyos nombres son familiares gracias a la mitología y el folclore europeo. Otros siguen a una Fuerza de Vida que carece de un género específico; y otros son devotos de una pareja cósmica de Dios y Diosa o el Señor y la Señora.
Celebramos nuestra diversidad porque creemos que cada persona debe encontrar su espiritualidad siguiendo los dictados de la voz silenciosa de su propia alma. Por esta razón respetamos a todas las religiones sinceras y no hacemos proselitismo ni buscamos convertir a nadie para nuestro credo. Lo único que les pedimos a las otras religiones, y a la sociedad en general, es tolerancia.
En estos tiempos de desarrollo de la ecoconciencia, los paganos solemos estar en las primeras filas de la lucha por el medio ambiente. Los paganos de todo el mundo respetamos los derechos de cada alma viviente, sea humana, animal, vegetal o mineral. Somos conscientes del proceso de causa y efecto que tienen la acción y el pensamiento sobre las distintas criaturas de la Tierra. Cada uno de nosotros acepta la propia responsabilidad en cada cosa que hace.
Alentamos el libre pensamiento, la imaginación creativa y las destrezas humanas prácticas que son necesarias para vivir la vida en armonía con los ritmos del mundo natural. Nos regocijamos ante el hecho de que nuestras antiguas creencias hoy sean compartidas por mucha gente. Estos credos son la herencia legada por nuestros lejanos ancestros y también la responsabilidad que quedará en manos de nuestros descendientes.
Por último, a aquellos que han sido tocados por la belleza de la Tierra verde, la Luna blanca y el Sol radiante, y a aquellos que aman la majestuosidad de toda vida, les decimos:
no están solos.
Una versión de este mismo texto se encuentra en www.vidapagana.com, bajo la autoría de Dragón Azabache pero sin citar la fuente original.
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