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REVISTA SINARQUÍA - Mexicanidad y Democracia

Espiritualidad

Textos de Guillaume de Faye

martes 29 de enero de 2008

Más características del Paganismo


Otras características remarcables del paganismo son la unidad de lo sagrado y lo profano, el concepto cíclico o esférico del tiempo (frente a la escatología de la salvación o el progreso, donde el tiempo tiene un propósito que es la salvación fuera de un mundo que es considerado degradado), el rechazo a considerar a la naturaleza como propiedad privada del hombre, que puede explotarla y destruirla de forma arbitraria; la alternación de la sensualidad y la estética, una apología constante de la fuerza vital ("sí a la vida" de Nietzsche); la idea según la cual el mundo no es creado, sino que es un cambio constante, sin principio ni final; el sentido trágico de la vida y el rechazo de todo nihilismo; el culto a los ancestros, la sucesión de las generaciones, la fidelidad a los amigos, a los familiares y a las tradiciones (lo que no implica un tradicionalismo de museo), el arraigo en una patria, y el rechazo de cualquier revelación universal y por ende de cualquier universalismo, fanatismo, fatalismo, dogmatismo y proselitismo forzado. Y agregaré que el paganismo reconcilia constantemente a los opuestos en una unidad armoniosa, alejada de cualquier uniformidad.


Guillaume Faye


 

EL Liderazgo Celta

EL Liderazgo Celta
Tema:El management celta de ’Zara’
Autor:Juan Carlos Cubeiro

Aunque hasta su salida a bolsa ha preferido pasar desapercibida, Inditex ha presentado esta semana en Florencia, ante más de mil directivos, las claves de éxito de Zara. Juan Carlos Cubeiro explica en qué consiste lo que él denomina un estilo de management celta.
  1. El triunfo de la libertad. Los celtas eran un pueblo de gentes libres, agrupados en clanes (clan es una palabra gaélica que significa hijos). Amancio Ortega ha consagrado su empresa a la libertad: la libertad de los clientes, que pueden tocar las prendas y revolverlas sin ser agobiados por las dependientas; la libertad de sus empleados, que proponen ideas y asumen responsabilidades siendo muy jóvenes. Y en el mundo celta, a diferencia del romano, las mujeres tenían los mismos derechos y obligaciones que los hombres.
  2. La necesidad de opinión. En Inditex se promueve activamente que todas las instancias aporten sugerencias. La crítica positiva se valora, se reconoce y se exige. Entre los celtas, todos participaban en las asambleas y luchaban por igual. De la opinión de las más de mil tiendas de la cadena surge un pedido diferente dos veces por semana.
  3. El sentido de valentía. Los celtas eran guerreros poderosos porque creían en la inmortalidad del alma. Para ellos, la guerra –hoy, la comercial– era libertad y valor. Ése es el espíritu que ha guiado a una empresa que ha pasado de estar presente en nueve países a treinta y tres en cinco años, abriendo una nueva tienda cada dos días.
  4. La cercanía del cliente. Además de guerreros, los celtas tenían fama de hospitalarios. Sus invitados recibían el más alto honor. Actualmente, se habla de la generación Zara, de clientes que proponen buena parte de los 22.000 modelos diferentes (un total de noventa millones de prendas), que acuden una vez cada tres semanas a comprar. La calle (no París, ni Milán, ni Nueva York) es quien manda.
  5. El valor de la comunicación. Todo lenguaje es un sistema de relaciones interdependiente y en forma de red, decía Saussure. Los celtas no disponían de lenguaje escrito, porque creían que la escritura mataba el espíritu vivo del conocimiento. Algo similar ocurre en Inditex: la comunicación es oral, de contacto directo, no por e-mail.
  6. El poder de la tríada: El éxito de muchas compañías, como Sony, SAP o Hewlett-Packard, se entiende desde el liderazgo de tándem: líder-gestor. En Inditex se combinan un visionario intuitivo, un estratega financiero y un eficiente gestor: una tríada, un trébol de tres hojas, muy propio del mundo celta. La orden de los sabios estaba formada por el bardo (historiador), el vate (adivinador) y el druida (el guardián de los misterios).
  7. La confianza de la comunidad. En Galicia subsisten más de 5.000 castros celtas (núcleos de unas diez viviendas). Además de los 24.000 empleados del grupo, otras 10.000 personas (en cuatrocientos talleres) trabajan indirectamente para Inditex. Siguen la filosofía de integración vertical, el noventa por ciento de la producción se realiza en Europa, lo que es más costoso pero permite responder con mayor rapidez. El resultado es una sede central con la superficie de cien estadios de fútbol.
  8. El orgullo compartido y la humildad individual. La flexibilidad es una cualidad común a los profesionales del Grupo, lo cual requiere mucha humildad. El fundador de Inditex es un ejemplo de sencillez. “Céltico, en lo frugal, espiritual y sencillo”, escribió el historiador romántico Benito Vicetto. No se admite criticar a los competidores. El único orgullo válido es el colectivo.
  9. La virtud del emprendizaje. Todo celta compartía los valores de sabiduría, lealtad, valentía y generosidad. En Inditex, los doscientos diseñadores tienen que vender sus colecciones a los directores comerciales y estos a las responsables de las tiendas. No hay imposición. Son las encargadas las que identifican lo que el cliente quiere.
  10. La ventaja de cultivarse. La selección en Inditex no es un secreto (el currículum cuenta muy poco), pero sí lo es el desarrollo. La inmersión cultural es muy fuerte, seis meses en la central y en tiendas para el director de un país antes de tomar posesión). Por otro lado, la belleza es consecuencia, además de la apariencia física, del nivel de autoestima. Por ello, en Inditex se valora la capacidad que tiene cada ser humano de dar su mejor imagen. Algo también característico de la cultura celta: a los banquetes (toda una institución social) hombres y mujeres iban bien vestidos y aseados. El jabón es un invento celta.
  11. El nivel de exigencia. Se dice que Inditex paga un 50% mejor que otros, pero exige el 100%. El nivel de rotación es bajísimo. Todos los empleados tienen acciones de la empresa.
  12. El aprovechamiento de la velocidad. Los ejércitos celtas no eran ordenados, pero sí rápidos. Frente a la tradicional planificación a un año, la mayoría de los modelos de Zara pasan en tres semanas del boceto a la tienda.
  13. La gestión por el sentido común. La intuición, tan valorada en las artes, es despreciada en los negocios, excepto en Zara. Es fruto de la experiencia y de la reflexión. El periodo medio de formación de un druida eran 20 años. El sentido común se destaca en muchas de sus decisiones: frente a la euforia por internet de sus competidores, Zara se mantuvo al margen.

Trece claves, como los trece meses del calendario celta. Inditex ha roto las reglas de su mercado: libertad frente a orden, velocidad frente a planificación, integración frente a subcontratación, intuición frente a racionalidad... Es el ejemplo más espectacular, pero no el único, del management celta. Ahí están Pescanova, Zeltia, Televés y buena parte de la moda como representantes de un nuevo estilo. Frente al cesarismo latino y la tecnocracia anglosajona, así se entienden los negocios en el Finisterre de Occidente.

Historia de los Celtas

Historia de los Celtas

Historia de los celtas

 

 


Se presume que los celtas existimos desde el año 2000 a.C. (fin de la Edad de Bronce) y alcanzamos el culmen de nuestra cultura en la Edad del Hierro.

En aquella época estabamos divididos en dos grupos, los primeros abarcaban Europa, desde el río Danubio, vivían de la agricultura y de la artesanía y eran el grupo más pacífico de los dos; el otro grupo, los celtas guerreros como los conocemos hoy, que venían de Los Balcanes y disponían de un buen ejército.

Eran estos celtas guerreros los que conocemos por haber saqueado Roma y Delfos, y por haber conquistado grandes partes de Europa.

Transmitimos nuestro idioma, costumbres y nuestra religión a los pueblos de la zona conquistada.

Nuestro territorio se extendía, en su época de mayor expansión, desde el bajo Danubio hasta las Islas Británicas, desde España hasta el mar del norte.

Los celtas guerreros eran conocidos por su caballerosidad, su orgullo en la lucha y su ánimo, pero también por su sentido por la música, la poesía y la filosofía.

Los celtas fuimos llamados Keltoi por los griegos, de los cuales y gracias a su tradición escrita, parten casi todas las historias referentes a nuestro pueblo.

Nuestra memoria, se remonta hasta tiempos muy antiguos, la tradición oral ha resistido el paso de los siglos, a pesar de que casi toda la cultura céltica fue extinguida por los romanos desde César y, más tarde, por los cristianos.

Los Celtas hemos captado siempre la fascinación de historiadores y arqueólogos, y sobre nosotros han corrido ríos de tinta.

Desarrollamos las denominadas culturas de Hallstatt y La Tène.

La primera se manifestó en el primer período de la Edad del Hierro.

Tomó el nombre de una localidad de la Alta Austria.

Se originó a partir de la Edad del Bronce, en donde el hierro sustituyo al otro material en la fabricación de elementos como espadas, puntas de lanzas, hachas, agujas, recipientes, cuchillos y puñales.

La Tène es la cultura celta de la segunda Edad del Hierro estructurada en tres o cuatro períodos.

Se desarrolló entre la Hallstatt y la conquista romana (450 a 50 a.C.).

Aquellos que compartimos esta civilización nos destacamos por la elaboración de elementos como grandes espadas, escudos alargados, grandes hebillas, fíbulas, construíamos nuestras fortificaciones en las cumbres y acuñamos nuestra propia moneda.

Una característica que facilitó nuestro dominio pero que, a la vez, permitió la continuidad de nuestra cultura, fue la ausencia de un verdadero estado celta a causa de la primacía de las estructuras tribales y familiares.

Esta división nos hacía militarmente débiles ante invasores bien organizados, como por ejemplo los romanos (a los que sin embargo les llevó años conquistarnos ), paradójicamente sucedía lo contrario con las costumbres y los valores, protegidos de influencias externas por los fuertes vínculos parentales, en donde el clan estaba por encima de toda organización estatal, y unificaba y cobijaba a sus miembros.

 

"Llevamos la fuerza del jabalí y la sabiduría del unicornio"


Los druidas, el estrato de mayor influencia y poder entre los celtas, sabían leer y escribir griego y latín (como los antiguos sacerdotes egipcios), sin embargo optaron dejar por vía oral, en hermosos versos, la crónica de la existencia de nuestro pueblo.

Este fue uno de los principales motivos por el cual no se ha considerado la magnitud, en buena parte de los libros de historia, del importante legado celta que fundamenta notablemente la sociedad occidental, ya que los mismos celtas antiguos no creían (o no formó parte de su tradición) en los documentos escritos.

La lengua celta es una lengua indogermánica.

Por tanto, todas las lenguas indogermánicas, como el alemán o también el español, son parientes de la lengua celta.

La palabra celta significa, originalmente, "héroe".

Hoy todavía encontramos a los celtas en los nombres de lugares en toda Europa, los restos de la lengua y cultura céltica siguen viviendo en Escocia, Irlanda, el País de Gales, Bretaña (Francia) y en Galicia (España).

Solsticios y Equinoccios

Solsticios y Equinoccios

Manifiesto del Proyecto Cultura Aurora

Manifiesto del Proyecto Cultura Aurora

Manifiesto del Proyecto Cultura Aurora

 

1
Vivimos en un mundo fatigado.
Los dioses se han marchado, los héroes han muerto, los filósofos enmudecen, los poetas abandonan su labor. Sólo se oye el ruido rutinario de una gran máquina que gira sola y que en cualquier momento puede prescindir
de todos nosotros. Esa máquina es el sistema: el orden ideológico,
económico y político que domina el mundo. Pero ni siquiera
la máquina funciona bien.


2
Miramos el mundo y el mundo se nos cierra.
No sabemos lo que va a pasar mañana. Eso ha ocurrido ya en otras épocas de la modernidad. Pero hoy es diferente: hoy nuestro mundo ha renunciado incluso a la acción. El mundo no va hacia adelante ni hacia atrás: sólo gira, y ese torbellino circular, vacío y carente de toda fuerza creadora, se nos quiere presentar como el espectáculo de una civilización en marcha... sobre sí misma. No sabemos lo que pasará mañana, cierto, pero el problema no es ese: el problema es que a todo el mundo le da igual. Las sociedades desarrolladas se instalan en el nihilismo pasivo del bienestar material.


3
Hay quien ve aquí el Fin de la Historia,
el triunfo absoluto de la modernidad, la meta del camino. Este mundo cansado, cerrado y maquinal sería entonces la máxima aspiración posible de los hombres sobre la tierra. Pero esa paradoja, feliz para algunos, no puede satisfacer a las generaciones más jóvenes del mundo moderno, que se encuentran arrojadas ante una vida sin finalidad. La angustia se intensifica.

 

4
Es preciso abrir los ojos.
El sistema trata de persuadirnos de que vivirnos en el mejor de los mundos posibles y nos invita a dejar las cosas como están, pero ese sarcasmo cruel ya no convence a nadie. En el momento de su máximo apogeo, la gran máquina empieza a renquear y deja ver con claridad sus límites. Hoy podemos constatar que el sistema se ha quedado sin respuestas y ya no sirve:

 

·         El sistema ya no sirve desde el punto de vista espiritual, porque se ha mostrado incapaz de satisfacer las aspiraciones interiores del hombre.

·         El sistema ya no sirve desde el punto de vista ecológico, porque cada nuevo movimiento suyo no significa seno una nueva perturbación de la relación entre el hombre y el mundo.

·         El sistema ya no sirve desde el punto de vista económico, porque ha instalado un gigantesco aparato burocrático de ambición planetaria que ha reducido a la mitad del mundo a la condición esclava de reserva neo-colonial y ha sometido a la otra mitad a la amenaza permanente de un colapso financiero.

·         El sistema ya no sirve desde el punto de vista político, porque el individuo ya no se siente parte de él, ha dejado de ser ciudadano, se siente desamparado y busca nuevas vías (el nacionalismo, el regionalismo, las asociaciones civiles, etc.) que el sistema identifica como enemigas, pero cuyo ascenso no puede frenar.


5
Estamos en un momento crucial.
El sistema ha dejado de ser omnipotente y empieza a mostrar su crisis y sus contradicciones, que toman dimensiones inesperadas. Ahora bien: dado que este sistema es de naturaleza total, su crisis afecta a todo y a todos. Es vitalmente necesario mirar desde fuera el sistema para cobrar conciencia de sus límites y diagnosticar lo que está pasando. Es preciso asignarse una tarea.


6
Hay que liberar espacios de resistencia.
Estos límites del sistema no son sólo las fronteras de un orden tecno-económico que quiso dominar el planeta, sino que podrían ser, sobre todo, manifestaciones de la agonía de una determinada concepción del mundo. La vieja máquina, en su inercia, fagocita todo, devora incluso aquello que se opone y luego lo vende como moda o como pecado. Es preciso hurtarse a esa dinámica y dejar que el disidente tome la palabra. Si queremos ir más allá del sistema, si queremos encontrar un sentido a nuestra vida y a nuestro mundo, es necesario poner en cuestión los fundamentos del desorden establecido.


7
Agitación cultural: esa es la fórmula de la acción.
Las fronteras del mundo contemporáneo no están en las aduanas ni en los frentes de guerra; tampoco en la arena política, porque los problemas reales de nuestras sociedades desbordan el estrecho margen de una legislatura y de las propias instituciones. Las fronteras están en las almas, porque son las almas las que experimentan la carencia de sentido de esta civilización. La contestación, por tanto, ha de venir de las almas: son el pensamiento y el sentimiento los que deben levantar acta de la situación presente y proponer caminos nuevos.


8
Queremos abrir el mundo. El viejo mundo moderno y el sistema que lo vertebra están agotados, son incapaces de satisfacer ese ansia de novedad permanente que ellos mismos ha despertado. A cambio, lo que se nos ofrece es una especie de gran Disneylandia banal, cerrada, inmóvil, aparentemente protegida, pero perpetuamente amenazada por colapsos globales y crisis de todo género.
Y ese no es el mundo que queremos.

Es hora de pensar. Conscientes de que toda nueva búsqueda ha de pasar por el conocimiento, nos proponemos emprender un amplio trabajo de reflexión capaz de desentrañar los fundamentos de la crisis contemporánea, rastrear sus orígenes y plantear alternativas. Nuestra cultura nació cuando los primeros griegos se enamoraron del pensamiento, pero el mundo actual ha olvidado ese amor. Se trata de reinventarlo y, así, indagar en una posible nueva Aurora de nuestra cultura. El destino está abierto.

 

 

Cambios Climáticos e Iglesia

Cambios Climáticos e Iglesia

2007-11-23


 

  Luiz Cláudio Costa es un eminente científico brasileño de la Universidad Federal de Viçosa-MG que colaboró en los trabajos de la Organización Meteorológica Mundial de la ONU sobre los cambios climáticos y sus impactos en la agricultura. En el «Encuentro Fe y Política», que reunió a más de cinco mil personas los días 10 y 11 de noviembre en Nova Iguaçu-RJ, coordinó una sesión plenaria sobre el calentamiento planetario. Quiero transcribir aquí su testimonio, pues hace una reflexión que seguramente nos puede ayudar. Escribe:

«El Premio Nobel de la Paz otorgado al Panel Intergubernamental sobre el Cambio Climático (IPCC) y a Al Gore es necesario que nos lleve a una inquietud dinámica y se transforme en acción-esperanza de que es posible encontrar un nuevo modelo de vida, de desarrollo y de construcción de estrategias para asociar la necesidad y la vocación natural del ser humano al desarrollo con la responsabilidad ecológica. ¿Será posible cambiar y encontrar nuevas maneras de producción, de distribución, de relación con el prójimo y con el ambiente? Si consideramos solamente la perspectiva de mercado estaremos, como enfatiza Leonardo Boff en el Jornal do Brasil “…construyendo solamente un Arca de Noé salvadora del sistema imperante, que escamotea lo esencial de la cuestión, el propio sistema, y que no nos salvará del diluvio…”.

Durante el 6º Encuentro de Fe y Política tuve el privilegio de realizar una reflexión técnica sobre el tema del calentamiento planetario. Encontré allí a un joven agricultor llamado Grenaldo Pinto, de Vermelho Novo, Minas Gerais, Brasil. El día siguiente a la plenaria, me abordó Grenaldo: "Profesor, yo tengo que hacer algo en mi ciudad para evitar el calentamiento mundial. ¿Podría usted mandar un CD con su presentación al cura de la parroquia de Vermelho Novo, a fin de que él y yo podamos empezar un trabajo de concienciación en la comunidad?". Y antes de que yo le respondiese aclaró: "Profesor, yo trabajo en el campo; necesito cerca de diez días de trabajo para pagar un CD de ésos...".

Después de este diálogo, yo, que siempre tuve confianza en que la humanidad sería capaz de vencer el gran desafío del calentamiento planetario, pasé a estar convencido de ello. Pensé todavía en lo equivocados que estamos cuando afirmamos que los cambios climáticos fueron causados por la acción antrópica, o sea, por la acción humana. ¡Cuanta injusticia con Grenaldo! Los cambios climáticos han sido causados por una pequeña parcela tan bien definida por Gandhi: “La Tierra tiene lo suficiente para el sustento de todos, pero no para la ganancia de unos pocos”. Pero, por el contrario, las soluciones serán antrópicas. Ciudadanos comprometidos como Grenaldo serán los que traerán la solución.

La combinación de informaciones científicas, voluntad política, competencia técnica y fe de los ciudadanos como Grenaldo y tantos otros que encontré durante este 6º Encuentro nos proporciona la certeza de que podemos pensar, actuar y cambiar los hábitos y los valores equivocados que hoy rigen el planeta. Para Grenaldo y sus colegas del encuentro, la fe es mucho más que los dogmas, el rito mucho más que actos mecánicos, el amor mucho más que una verbalización poética. Son instrumentos de acción y por tanto pueden transformar».

Muy bien dicho.

 

 

 

Los Guerreros de la Muerte Florecida

LOS GUERREROS DE
LA MUERTE FLORECIDA.
Guillermo Marín.


I.- FLOR Y CANTO TOLTECA.
• El destino del ser humano del Anáhuac.
La conciencia del ser humano en el México Antiguo se remonta al recuerdo ancestral de cuatro eras anteriores llamadas Soles, en las cuales la humanidad intentó su desarrollo y en cada una de ellas fracasó, por lo cual se inicia un nuevo ciclo. El Quinto Sol es la era que actualmente estamos viviendo.

Se entiende que para nuestros Viejos Abuelos la vida era la oportunidad de evolucionar en lo individual y en lo colectivo. Cada Sol fue un intento por buscar la perfección, no sólo del ser humano, sino de la misma tierra. Esta era la esencia de la vida y en ello, los seres humanos compartían con los dioses, la sagrada misión de mejorar el mundo y a la vida.
En efecto, los antiguos mexicanos tenían como "propósito social", el no sólo mantener la vida de los dioses y humanizar el mundo, sino lo que representaba el desafío supremo, perfeccionar la esencia de lo humano. De hecho, todos las civilizaciones con origen autónomo llamadas "Madre", como China o la India, lo han intentado por diversos medios y caminos.
Encontrar el significado y la trascendencia de la existencia. Llegar a la esencia de la vida. Lograr la inmortalidad, la luz o la consciencia total, ha estado en la cima del desarrollo de todo gran proyecto humano.
El conocimiento logrado por nuestros Viejos Abuelos en este terreno fue indiscutiblemente de inconmensurables e increíbles alcances. Los testimonios materiales de su impresionante esfuerzo por llegar a la consciencia total o a la luz, nos siguen maravillando hasta nuestros días; hoy que solo nos quedan las ruinas materiales de las llamadas "zonas arqueológicas", nos deslumbran no sólo por la grandeza arquitectónica y las proezas técnicas, sino fundamentalmente por su magnificencia espiritual; pero al mismo tiempo, paradójicamente, sorprende el desconocimiento que actualmente tiene la sociedad mexicana sobre el tema central de la existencia de nuestros antepasados, en donde se invirtieron todos los recursos y esfuerzos de la civilización del Anahuac, especialmente en el período conocido como Clásico, que es casi desconocido.
El destino de los seres conscientes del Anahuac era la evolución y perfeccionamiento del mundo y la vida. Los dioses un día se reunieron en Teotihuacán y decidieron iniciar un nuevo intento. En la noche de los tiempos, en la obscuridad de la ignorancia, encendieron un fuego cósmico (pues se carecía de un Sol) y dijeron que era bueno y necesario crear un nuevo Sol. Dos fueron los dioses que primero se tuvieron que sacrificar para que naciera el Sol y la Luna. Después los demás dioses se tiraron al fuego cósmico para que con su sacrificio se iniciara el movimiento.

Para la filosofía del Anahuac la existencia de los seres humanos de este Quinto Sol, es producto del sacrificio de los dioses, por ello se nombrarán a los seres humanos "masehuales", que se interpreta como "merecidos" del sacrificio de los dioses. Aquí se apunta uno de los paradigmas más importantes de la filosofía del Anáhuac, "el sacrificio", como fuente de vida y conciencia.
Todo estará movido en el mundo del Anáhuac, por un sacrificio espiritual. Posteriormente en la génesis de este Quinto Sol, Quetzalcóatl, representación simbólica de la sabiduría y la energía espiritual, tendrá que "luchar" simbólicamente contra la muerte, representado en este caso con el dios Mictlantecutli.
Bajando Quetzalcóatl acompañado de su Nahual o doble al inframundo y aliándose con los insectos, que son los pequeños constructores de la naturaleza, lograran burlar al Señor de la Muerte y rescatarán las "reliquias o huesos" de los desaparecidos seres humanos del Cuarto Sol, para inmediatamente con la ayuda de la diosa madre, quien molerá los huesos hasta hacerlos polvo, para que Quetzalcóatl realice el último sacrificio de resurrección.
En efecto, más que simbólico, el Dios del Soplo Divino que le da conciencia a la materia, se sangrara su miembro viril, para derramar su sangre preciosa sobre los huesos molidos y de ahí, surja la nueva estirpe humana que vivirá en el Quinto Sol.

De esta manera los dioses se han sacrificado para que renazca el ser humano sobre la tierra. Por ello, se entiende que los seres humanos del Quinto Sol, merecidos de ese sacrificio, requieren dedicar toda su energía y su vida entera a las demandas de sus creadores.
Así vemos como los antiguos mexicanos entienden el mundo, la vida y su responsabilidad existencial. Ellos son responsables de "humanizar al mundo" y de "alimentar" con su energía espiritual a los dioses.

Porque cabe señalar en este aspecto que, casualmente todos los dioses del mundo antiguo, exigían de los seres humanos su eficiente, constante y creciente "sacrificio espiritual", ya sea a través de ritos, abstinencias, rezos o ayunos. Nuestros Viejos Abuelos no escapaban a esta interesante y sugestiva igualdad.
A diferencia de la cultura Occidental en donde en el mundo grecolatino y judeocristiano, el hombre esta llamado a "dominar, explotar y transformar" a la naturaleza para situarse por encima de todos los seres vivos, pues fue hecho a "imagen y semejanza de Dios".
La concepción del México Antiguo pretende "humanizar al mundo y alimentar espiritualmente con su sacrificio a los dioses", lo que representaba el destino de los seres humanos y el más alto "Propósito Social" en el que vivieron en el Anáhuac.
Desde épocas milenarias los antiguos mexicanos entendían que este no era su mundo, su realidad definitiva. Ellos sentían que su vida era un medio, una maravillosa oportunidad para lograr la vida eterna.
Cuando nacían los niños la partera les decía en un bello discurso que su casa estaba en otra parte y que sólo estarían por breve tiempo en la tierra. Que la vida estaba llena de privaciones y sufrimientos.

• Las instituciones educativas.
El desarrollo del proyecto social de los antiguos mexicanos, que desde la invención de la agricultura, el maíz y la milpa, aproximadamente en el sexto milenio antes de la era cristiana, hasta la consolidación de la cultura Olmeca, llamada también "Cultura Madre", alrededor del año mil quinientos antes de Cristo, pasaron alrededor de cuatro mil quinientos años. Tiempo suficiente en el que los antiguos mexicanos elaboraron las bases de la sólida matriz filosófica cultural que sostendrá todo el andamiaje cultural en el que se desarrollará el propósito social los pueblos del Anáhuac.
Es necesario llamar la atención de dos elementos fundamentales para entender el misterio y el prodigio de la civilización del Anáhuac.
La primera es que estamos frente a un proyecto social de carácter milenario, en el que intervinieron muchas generaciones. Se supone que sólo el período clásico o del llamado esplendor, duró más de mil años y el preclásico o formativo, como dijimos antes, alrededor de 6 mil años; y en conjunto toda la civilización del Anáhuac tuvo una duración de casi siete mil quinientos años.
La segunda es que estamos frente a un fenómeno de una civilización que tuvo muchas culturas diversas en tiempos y espacios diferentes, pero que siempre estuvieron unidas por un mismo propósito social a través de una matriz filosófica cultural, lo que permitió crear un mundo maravilloso saturado de diversas variantes, que representan expresiones de una misma realidad.

Para entender el milagro de Teotihuacán, Chichen Itza o Monte Alban, debemos de pensar que la civilización además de tener un proyecto perfectamente estructurado y definido, requirió necesariamente de un sólido y eficiente sistema alimentario, de un efectivo sistema de salud, de un sabio sistema social y jurídico, pero especialmente de un excelente sistema educativo en donde, no sólo se transmitieran los conocimientos, las ciencias, las artes, la filosofía y la religión; sino que, se pudiera involucrar permanentemente en el milenario propósito social a los niños y jóvenes, para de esa manera se asegurara la permanencia del proyecto social.

La construcción de cualquiera de estas ahora llamadas "zonas arqueológicas", como es el caso de Monte Alban en los valles de Oaxaca, que iniciaron su construcción en el años quinientos antes de Cristo y que se presume su abandono en el año ochocientos cincuenta o novecientos de la era cristiana, representan más de mil años de un mismo uso y de una infatigable construcción.

Producto de este impresionante desarrollo humano es el sistema educativo, que para el siglo XVI, en tiempos del período postclásico decadente, los europeos se sorprendieron de encontrar en el Anáhuac, que ningún niño estuviera sin escuela, porque esta era obligatoria y gratuita.

Probablemente el sistema educativo estaba ya en operación desde el período preclásico o formativo, el caso es que existían tres milenarias instituciones que tenían como principal objetivo, "formar rostros propios y corazones verdaderos" entre los estudiantes. Las instituciones eran: El Telpochcalli o la Casa de los Jóvenes en donde se recibían a los niños desde la temprana infancia y vivían internados.
En esta institución se les formaba como "seres humanos y ciudadanos". Adquirían los conocimientos básicos sobre su cultura, historia, lengua, costumbres, oficios, aprendían a escribir y a "leer" sus códices.
La "Palabra Antigua" era una institución y en ella se guardaban celosamente los sabios consejos que se transmitían de una generación a otra y que permitían la vida ordenada y justa.
Otra institución era el "Cuicacalli" o casa del canto, la cual era el recinto donde se les enseñaba a mujeres y hombres, a través de "flor y canto" el sentido estético de su consciencia de ser. La danza, la pintura, la declamación, la poesía y la música, eran excelentes medios por los cuales se educaba a las nuevas generaciones en el milenario propósito social de los pueblos del Anáhuac.
La educación artística era tan importante como la educación que hoy llamaríamos "formal". Los antiguos mexicanos expresaban su sentir de la vida y el mundo, con lo que ellos llamaban "flor y canto".
Todo cuanto hacían en la vida y social y privada estaba íntimamente ligado al aspecto artístico y religioso. Finalizaba este nivel de educación obligatorio a todos los jóvenes de ambos sexos hasta que se casaban y formaban una nueva familia. Sin embargo, existían jóvenes que por su gran talento, capacidad e inteligencia eran seleccionados para seguir estudios superiores.
Esta institución se llamaba el "Calmécac" o la casa de la medida. Ahí se estudiaban los jóvenes más talentosos, se les preparaba como dirigentes, administradores o sacerdotes. Los jóvenes que ingresaban a estas augustas instituciones de enseñanza superior se les nombraban "Guerreros".
La Guerra Florida y el destino de los guerreros.
La misión de humanizar al mundo y alimentar con sus sacrificios espirituales a los dioses, representó para los antiguos mexicanos las bases de la sólida matriz filosófica cultural, que sostendrá en lo esencial la estructura en la que se desarrollará el "Propósito Social" de los pueblos del Anahuac, encontrando en el impresionante sistema educativo, el instrumento que permitió darle continuidad a lo largo de por lo menos dos mil quinientos años.
Los antiguos mexicanos construyeron una compleja alegoría filosófica en torno a su "propósito social". Llena de símbolos poéticos y profundas parábolas esotéricas, encontramos a la guerra como la máxima empresa individual, social y del Estado.

Así como los dioses se sacrificaron en el fuego cósmico, que libera a la energía espiritual de grotesca materia que la contiene.
Los seres humanos, los "merecidos", los encargados de "humanizar el mundo" y de "alimentar" espiritualmente a los dioses, tendrían que librar la guerra más difícil y temeraria que un ser humano puede realizar en la vida, para lograr con plenitud su cometido existencial.

La lucha contra sí mismo, contra la inercia que condena a la materia en su caída hacia la inevitable corrupción, primero del espíritu y después del cuerpo. La batalla que se libra en lo más profundo del ser humano, la lucha contra las debilidades y las tentaciones, contra la pereza, la estupidez y la irresponsabilidad existencial, la lucha que necesariamente se da en el seno de un espíritu consciente.

Los Viejos Abuelos llamaban a este desafío "La Batalla Florida". Esta lucha se libraba con "flor y canto", entendido como sabiduría y belleza, las armas por excelencia del inmaculado guerrero del México antiguo.

De esta manera en el Calmécac se preparaban a estos "guerreros del espíritu" a través de una estricta disciplina militar, en la que sobresalía el sentido de sobriedad, austeridad y frugalidad, que marcaban junto con el estudio y la reflexión, un estilo de vida comparable sólo al de un monje tibetano.

Estos "guerreros" se preparaban para la batalla florida y en su hacer, humanizaban el mundo y alimentaban con su energía espiritual, producto de una vida de sacrificio, a los dioses tutelares. Se organizaban en dos grandes linajes; los guerreros tigres, asociados al mundo de características tangibles y los guerreros águilas, asociados al mundo de características intangibles. Las dos grandes órdenes de guerreros del México Antiguo que estaban vinculados a conocimientos herméticos del mundo y de los seres humanos.

De esta manera la "Guerra Florida" no sólo fue la razón misma del Estado, sino lo que resulta más importante, el medio por el cual una civilización lograba articular su "Propósito Social". De esta manera se puede entender la posibilidad constructiva de las "grandes obras materiales" del México antiguo y la continuidad de su Propósito Social. Desde esta perspectiva podemos imaginar la dimensión y trascendencia del pensamiento filosófico y la energía espiritual que desarrollaron los pueblos del Anáhuac.

La Guerra Florida representaban para el Estado su razón de ser y el destino del Guerrero representaba para el pueblo, la oportunidad de trascender su existencia y darle sentido a su propia vida, al vincularla directamente con las fuerzas inconmensurables que rigen el universo.
El sacrificio de los dioses por los seres humanos y el sacrificio de los seres humanos por mejorar el mundo y alimentar a los dioses, se estructuraba como una interminable cadena de acontecimientos que unían a lo humano con lo divino, al cielo con la tierra, al Quetzal con el Cóatl.

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Carta al Presidente de la Conferencia Episcopal

oaxaca

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EN ESPÍRITU DE VERDAD Y DE CARIDAD
Carta a José Guadalupe Martín, obispo de León y presidente de la Conferencia del Episcopado Mexicano
SACERDOTES DE OAXACA
OAXACA (MÉXICO).

ECLESALIA, 03/11/06.-Respetable Señor Obispo: Reciba nuestro saludo en el Espíritu de Cristo buen pastor.

Con mucha pena y dolor hemos leído hoy -30 de octubre- en el periódico "Noticias", de la ciudad de Oaxaca: "La Secretaría de Gobernación consultó con la Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM) el envío de tropas federales al estado de Oaxaca y el ingreso de las mismas a la capital de esa entidad para restablecer el orden. El presidente de la CEM, José Guadalupe Martín Rábago, reveló que una personalidad de la dependencia federal, de la cual se abstuvo de divulgar su nombre, le habló el sábado pasado para explicarle el operativo que se realizaría ayer... el obispo de León avaló el envío de fuerzas federales"

Con la intención de hacer valer el espíritu de verdad y de caridad que el Señor nos urge le expresamos lo siguiente:

Nos preguntamos primeramente si habló Usted a nombre de la CEM o a título personal, y aunque este último fuera el caso, siendo el Presidente de la Conferencia Episcopal, obligado a ser buen pastor en su preocupación por todas las iglesias, una declaración de Usted compromete a todo el episcopado mexicano.

El ingreso de la fuerzas federales con el aval que Usted (¿y la CEM?) dio, trajo a Oaxaca represión, 3 muertos hasta ahora, heridos, encarcelados, torturados y mayor conflictividad, y faltan todavía las demás irrupciones de la PFP.

No dudamos de la sabiduría de nuestros obispos y de su capacidad para discernir los signos de los tiempos, por eso nos preguntamos ¿en realidad no podía Usted prever que lo que buscaba el gobierno federal era una bendición para la represión?

¿Fue más importante la petición de un alto funcionario que pensar en las ovejas anónimas y pobres que a todos los pastores han sido encomendadas para que les den vida en abundancia?

Con la humildad que Cristo y la Iglesia mandan a los obispos, ¿no hubiera sido mejor consultar a los presbíteros que estamos más cerca de las ovejas para dar una respuesta más conforme al espíritu del Señor?

Aunque somos una sola Iglesia, ¿no será bueno tener en cuenta las peculiaridades y el profetismo propio de las diócesis de esta región?

La impresión que queda a mucha gente de Oaxaca es que sus pastores han abandonado a su pueblo y, cuando, con el testimonio de muchos, ya se venía enmendando esta forma de pensar, llega esta noticia que ha sido muy difundida en los medios afines y no afines al gobierno del estado.

No es nuestra intención hacerle reproches, pero sí pedirle que dé una explicación o rectificación a este sufrido pueblo que ya ha cargado muchos muertos sobre sus hombros y ha llorado bastante a sus heridos y desaparecidos.

El evangelio nos exige hablar con la verdad y en este momento en que compartimos hasta el fondo los sufrimientos de este pueblo al que Dios nos puso a servir, y por las repercusiones que esto está teniendo, no podemos callar lo que sentimos con él, por eso hemos considerado necesario expresárselo.

En espera de su respuesta, nos despedimos. (Eclesalia Informativo autoriza y recomienda la difusión de sus artículos, indicando su procedencia).

Atentamente,

Por la DIÓCESIS DE OAXACA. Pbro. Manuel Arias Montes, Parroquia de Juquilita, Coordinador del Consejo Presbiteral. Pbro. José Rentaría Pérez, Párroco de San Bartolo Coyotepec. Pbro. Leoncio Hernández Guzmán, Párroco de Santiago Apoala. Pbro. Edmundo Santiago Yescas, Párroco del Corazón Eucarístico de Jesús. Pbro. Carlos Franco Pérez Méndez, Párroco de Nuestra Señora de los Ángeles. Pbro. Juan A. Hernández Romero, Párroco de S. Miguel Panixtlahuaca. Pbro. Jorge Pérez García, Párroco de San Pablo Huitzo. Pbro. Gil Antonio Torres Varela, Párroco de San Pablo Mitla. Pbro. Fernando Cruz Montes, Párroco de San Sebastián Tutla. Pbro. Juan Antonio Jiménez Gómez, Párroco de Santa Catarina Juquila. Pbro. Armando S. Fabián Vicente, Vicario de Santa Catarina Juquila. Pbro. Aureliano Díaz Jiménez, Vicario de Santa Catarina Juquila. Pbro Emeterio López Sánchez, Párroco de Santo Domingo Teojomulco. Pbro. Guillermo Velásquez Gordillo, Párroco de San Miguel Sola de Vega, Secretario del Consejo Presbiteral. Pbro. Sergio Herrera Arias, Párroco de San Pedro y San Pablo Teposcolula. Pbro. José Luis Palmerín Zamora, Vicario de Santa Cruz Zenzontepec. Pbro. Raúl Morales Tapia, Cuasi Párroco de Santiago Textitlán. Pbro. Eduardo Godínez Contreras, Párroco de Santa María Tlaxiaco. Pbro. Hugo Pedro Aguilar, Párroco de San Andrés Chicahuaxtla. Pbro. Guadalupe B. García García, Párroco de Santa Cruz Itundujia. Pbro. Gregorio Cruz González, Párroco de San Mateo Peñasco y San Miguel Achiutla. Pbro. Marín Octavio García Ortiz, Párroco de San Ildefonso Villa Alta. Pbro. Miguel Ángel Morelos García, Párroco de San Cruz Xoxocotlán. Pbro. Juan Ruiz Carreño, Párroco de Santa María Zaachila, Pbro. José González González SJ. Pbro. Bernardo Murcio Velasco SJ. Pbro. Jorge Villa Aguinaga SJ., Templo de la Compañía de Jesús. Pbro. Francisco Silencio Cruz, Párroco de San Dionisio Ocotepec

Por la DIOCESIS DE PUERTO ESCONDIDO. Pbro. Pedro Loyola San Juan, Párroco de Río Grande, Juquila, Vicario Episcopal de Pastoral. Pbro. Hermilo Cuevas Fabián, Párroco de San Pedro Tututepec. Pbro. Herminio Olmedo Peña, Párroco de San Juan Bautista Cacahuatepec. Pbro. Héctor A. Santiago Pacheco, Párroco de San Pedro Amusgos. Pbro. Armando Muñoz Jarquín, Párroco de Sta. Ma. de la Asunción y del Sr. de la Ascensión, Tataltepec. Pbro. Rufino Jiménez Quiroz, Párroco de Santo Reyes Nopala. Pbro. Fidel Zurita García, Párroco de San Agustín Loxicha. Pbro. Arturo Nicolás Vázquez, Párroco de Sta. María Huazolotitlán. Pbro. Jaime Meneses Lavariega, Párroco de San Francisco Tonameca.

Por la PRELATURA DE HUAUTLA DE JIMENEZ. Pbro. José Luis Sánchez García, Vicario Episcopal de Pastoral. Pbro. Jorge Juan Pastor Salvador, Coordinador de la Comisión de Pastoral Social.

Por la DIOCESIS DE TEHUANTEPEC. Pbro. Ranulfo Pacheco López, Párroco de Matías Romero. Pbro. Herminio Guerrero, Párroco de Tequisistlán. Pbro. Lucio Santiago, Párroco de San José Obrero Salina Cruz. Pbro. Juan Ignacio Ortega, San Isidro Col Cuauhtemoc. Pbro. Víctor Cabrera, Párroco de Santa María Guienagati. Pbro. Lino Tenorio Cayetano, San Francisco Ixhuatán. Pbro. Francisco Ruiz Ramírez. Pbro. Roberto Raigosa Beltrán, Parroquia de Palomares.


"El Buen Pastor da la vida por las ovejas. Pero el asalariado que no es pastor, a quien no pertenecen las ovejas, ve venir al lobo, abandona las ovejas y huye, y el lobo hace presa en ellas y las dispersa, porque es asalariado y no le importan nada las ovejas" (Jn. 4,11-13).

 

03/11/2006 23:52